Desde pequeñita siempre quise ser actriz porque pensaba que representar un papel significaba vivir varias vidas y entonces nunca me aburriría. Cuando crecí me di cuenta que estaba en lo cierto. Representar papeles significa ponerse en la piel de otras personas, muy diferentes cada vez, vivir sus experiencias, nacer y renacer muchas veces ¡vivir mil vidas!