Porque poder experimentar cientos de vidas distintas a la tuya me parece un privilegio. Poder, en una sola vida, experimentar las sensaciones y vivencias de personas totalmente distintas a ti y poder darles vida. La posibilidad de trabajar “jugando” y disfrutando. Contar historias y formar parte de ellas. Hacer el que público pueda experimentar y empatizar con eso que tú haces y les estás contando. Vivir miles de historias y hacer que el público las viva contigo.