He estado en el mundo del espectáculo desde siempre. A los tres años ya bailaba solo en casa creando coreografías. A los trece años, quería ser mago y acudí a un curso de magia durante dos años. A los quince años, me apunté a una clase de teatro y me acuerdo de que volví a casa y les dije a mis padres que ese era el trabajo al que quería dedicarme. Me miraron pensando que era solo el sueño de un niño, pero al final....